Desde hace varios años, la incorporación de instalaciones de protección contra incendio en las edificaciones es algo solicitado, incluso en algunos países de Latinoamérica es obligatorio; las medidas de protección activa como: sistemas de supresión a base de agua o sistemas de alarma y detección son los más implementados, y son tomados en cuenta en la planificación de las edificaciones.
El vertiginoso desarrollo de la industria de la construcción, con edificaciones cada vez más complejas y la constante inclusión de nuevos requerimientos normativos, muchas veces por parte del usuario final, van creando esta necesidad de sistemas de protección contra incendio con cumplimiento normativo, este último, es posible si tenemos el conocimiento y las herramientas para diseñarlo, especificarlo y construirlo, además, necesitamos contar con una legislación adecuada que nos lo permita.
Es importante reconocer el momento que vivimos, mismo que ha permitido el desarrollo de gremios referidos a la protección contra incendios. La unión de varios profesionales con objetivos similares, enfocados en reducir las brechas de conocimiento en este tema, ha fortalecido el uso de normativas válidas o la creación de algunas de acuerdo a los requerimientos del país donde se encuentren. Una práctica utilizada en algunos países, es la adopción por referencia de normas y códigos de la NFPA como una solución práctica al desarrollo normativo.
En el 2018, a propósito del Expo Fire Protection Congress, en ciudad de México, los anfitriones AMRACI y CONAPCI pro-pusieron unir fuerzas para profesionalizar la actividad a través de mejorar la legislación y la educación en la región; esfuerzo que ha ido tomando forma y se ve reflejado en la creación de la Red LATAM PCI, hoy en proceso de legalizar su actividad. En esta convocatoria han participado activamente al menos 11 países latinoamericanos. Una de las actividades principales de esta institución es la de buscar un aprendizaje formal en la protección contra incendio, no ha sido una sor-presa, que las necesidades en capacitación y la visión final del proceso sean similares para todos.
Otro factor de impulso, han sido los trabajos de la NFPA por llegar al Mercado Latinoamericano, permitiendo el inicio de la capacitación de las normas NFPA en español. Esta tarea no ha sido fácil, es necesario recordar que en Latinoamérica no existían Universidades con carreras de protección contra incendio y, en consecuencia, muy pocos profesionales de la región con un título universitario, en ese sentido, la búsqueda de profesionales que puedan capacitar adecuadamente ha sido y es un reto por cumplir.
Actualmente, es posible estudiar varias normas NFPA en varios países de Latinoamérica, por medio de empresas proveedoras de los programas de educación, incluso obtener reconocimiento que tenga el nivel de un diplomado, al acumular estudios en varias normas.
Precisamente, la imposibilidad para acceder a una profesión de tercer nivel en la región, definió la característica principal de este esfuerzo, la meta final, a largo plazo, será llegar a la profesionalización de la actividad de protección contra incendio a través de la creación de una carrera de pregrado en las universidades.
La mayoría de los países trabajan para salvar la deficiencia en educación, generando cursos puntuales que no siempre están integrados en un plan, son estudios que no necesariamente involucran todos los aspectos relacionados con la protección contra incendio.
Al hacer una consulta sobre las características de los programas de educación y sobre el interés sobre los mismos, surgieron solicitudes de ampliar el conocimiento de la protección contra incendios de forma global, y no solo basado en la aplicación de medidas activas de alarmas y detección o combate de incendios, es decir, pro-gramas de estudio que se basen en la obtención de competencias fácilmente demostrables y no solo en la aprobación de cursos.
Se acordó desarrollar el programa con énfasis en el entendimiento de las medidas prescriptivas, sobre las de desempeño, pensando que es primordial un inicio sobre las bases prácticas, para posteriormente, llegar a los diseños por desempeño, además, se consideraron aspectos económicos y de acceso a la tecnología para tomar esta decisión. Una tarea compleja es revisar los planes de estudios desarrollados en cada nación y elaborar un programa que cumpla con los requisitos planteados, dentro de esta tarea se han definido 5 áreas en las que se desarrolla el plan de estudio, prevención, compartimentación y evacuación, sistemas pasivos, sistemas activos y relación con la normativa local o con las entidades con jurisdicción. Como base para los estudios se utilizarán: el Manual de Protección Contra Incendio de la NFPA, El Código Internacional de Fuego ICC y los manuales de la SFPE.
Generar una malla curricular, es un tema complejo que se ha resuelto con el compromiso y pasión de varios ingenieros Latinoamericanos, que han colaborado compilando los diferentes ensayos educativos propios y, otros que han llegado hasta su implementación, a través de Institutos y Universidades de la región.
En la actualidad, los programas de estudio universitario se evalúan de acuerdo a la cantidad de créditos educativos por nivel y totales; considerando que no se trata de un plan de estudios para la obtención de un título universitario, se ha decidido que se determine una cantidad mínima de horas de estudio en función del apartado.
Se ha identificado que la capacitación requiere ser complementada a través de la práctica guiada, tareas y el estudio adicional de los estudiantes, por ello, la propuesta se basa en una cantidad mínima de horas de capacitación directa con el instructor, y unas horas de estudio propio, generando así una carga académica total.
Otro aspecto importante que resolver, es el reconocimiento al estudio, se propone considerar dos alternativas para acceder a los programas de estudio, uno será de acuerdo al área de interés y otro por periodos, cuyo tiempo será el de un periodo universitario aproximadamente, que si el estudiante aprueba, será reconocido con una acreditación. Tal acreditación, en cierto tema o área, se ha definido como una evaluación documentada y más detallada que la aprobación. El plan de estudio se compone de materias en las áreas de:
Prevención: son puntos relacionados con evitar que se produzca un fuego de forma espontanea o por condiciones creadas en la planificación de una edificación, evitando tomar otro tipo de medidas de seguridad como medida inicial, considerando que no es una solución eficaz por sí sola.
Compartimentación: estudios para entender que el confinamiento del fuego aumenta considerablemente la eficacia de las medidas de combate de incendios, así como el uso adecuado de los diferentes materiales disponibles en la construcción.
Evacuación: medidas de seguridad frente al fuego y a otros peligros, entendiendo el comportamiento humano y los diferentes riesgos que se puedan presentar, estudio de soluciones prescriptivas detalladas en el código de seguridad humana que permiten el movimiento de las personas evitando los peligros.
Sistemas pasivos: estudio de los elementos constructivos y productos usados específicamente para evitar el inicio y propagación del fuego, minimizando las afectaciones a la edificación.
Sistemas activos: estudio sobre medidas de alerta y com-bate de incendios a base de agua y otros medios, de acuerdo a la aplicación, en función de la eficacia y seguridad, estudiando a detalle todos los elementos que integran una solución tecnológica.
Normativas locales: el desarrollo normativo en la región es incompleto y es importante buscar la forma de complementar las deficiencias con normativas válidas, a través de la relación y desarrollo mutuo con las entidades con jurisdicción.
La intención de la Red LATAM PCI es que el documento esté disponible como una guía para consulta, su uso y eficacia deberá ser evaluada para perfeccionarla y que cumpla con los objetivos y metas propuestas. Una vez que la Red LATAM PCI adquiera su constitución legal, los documentos desarrollados serán difundidos y compartidos, estos esfuerzos se hacen para conseguir elevar el nivel de seguridad en todas las edificaciones de la región.
Autor: SANTIAGO XAVIER DURÁN CAMACHO
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